La estimulación o incentivo es la actividad que se le
otorga a los seres vivos para un buen desarrollo o funcionamiento, ya sea por
cuestión laboral,
afectiva o física., se contempla por medio de recompensas o también llamados
estímulos. Tiene
por objetivo aprovechar esta capacidad de aprendizaje y adaptabilidad del
cerebro en beneficio del niño. Se realiza mediante una serie de ejercicios y
juegos con la intención de proporcionar una serie de estímulos repetitivos, de
manera que se potencien aquellas funciones cerebrales que a la larga resultan de
mayor interés. La estimulación debe hacerse teniendo en cuenta la etapa de
desarrollo en la que se encuentra el niño y debe hacerse en todos los niveles de
lenguaje.
La
falta de estimulación podía retardar el desarrollo del sistema nervioso, pero a
su vez no lo acelerar significativamente si no estaban creadas las condiciones
internas del mismo
Por
supuesto que la atención a los niños y niñas con déficits biológicos o
psicoambientales constituye un deber y una necesidad, además de un derecho, de
estos menores, de la sociedad hacia estos niños y niñas, por las implicaciones
que tales déficits y carencias tienen para su desarrollo, y de cómo esto puede
ser remediado, al menos paliado, con la intervención temprana y una estimulación
que propicie el desarrollo.
La
estimulación propiciada tardíamente, como sucede cuando el niño o niña tiene ya
tres años, también logra mejorías en el desarrollo intelectual de estos niños,
pero nunca llegan a alcanzar el nivel de logro de los que empezaron a una edad
más temprana.
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